Las puertas y rejas de metal son ampliamente usadas por millones de personas. Es así, porque las mismas ofrecen muchas ventajas estéticas, de seguridad y de resistencia. Mantenerlas en buen estado es fácil, solamente hay que saber escoger el producto apropiado para ello y aplicarlo de la manera correcta. Realizar adecuadamente el mantenimiento garantizará que la superficie de hierro luzca siempre como nueva.
Es por eso que en las siguientes líneas te explicaremos la mejor manera para mantener en buen estado tu carpintería metálica.
Limpiando adecuadamente las puertas y rejas
Para limpiar los metales de forma correcta se deben tomar en cuenta algunos factores fundamentales, el clima es uno de ellos, porque según el lugar donde se encuentre ubicada la estructura metálica, será necesario limpiarla de una u otra manera. Esto se debe a que el clima en un ambiente de mar es diferente al clima contaminado de una gran ciudad. Por eso se necesitarán diferentes productos y técnicas para realizar correctamente la limpieza y el mantenimiento de las estructuras.
Al conocer las condiciones en las cuales se encuentra el metal, entonces es muy sencillo limpiarlo y mantenerlo siempre como nuevo. En este punto es importante tener presente que el hierro también es susceptible a la herrumbre que se produce por la humedad ambiental. Conociendo esto, comenzaremos por mencionar que la forma más utilizada para limpiar los metales, es sencillamente con un trapo húmedo. El mismo se pasa suavemente por la superficie y con eso debería bastar. También se puede aplicar un poco de lavavajillas y retirarlo luego con un paño mojado. Para finalizar se pasa otro paño seco y quedará listo.
Sin embargo, no siempre es tan sencillo. Como mencionamos antes, puede haber algunos casos que exigirán un mayor esfuerzo de limpieza, un ejemplo de ello es el óxido. Para eliminarlo de forma efectiva y sin dañar la superficie, hace falta cumplir algunos pasos.
Eliminando el óxido
El proceso para eliminar la oxidación es bastante diferente al de la limpieza general. En primer lugar se requiere de materiales específicos y de productos especializados. Será necesario contar con un cepillo de alambre que no sea demasiado duro, así se podrán minimizar la mayoría de marcas de oxidación sin dañar el hierro.
También es importante tener a la mano una lija de grano fino. Aunque dependiendo del grado de las marcas quizá se pueda requerir de una lija con el grano medio o grueso. Lo recomendable es probar en espacios pequeños y ocultos de la estructura para saber cuál de las lijas resulta más adecuada. El objetivo es que la superficie quede uniforme y libre de marcas. Si alguna de ellas persiste, recomendamos utilizar una espátula para retirarla.
Siguiendo con el procedimiento, es recomendable aplicar un producto anti oxidación que se deberá aplicar uniformemente cuidando de no excederse. Una vez que se haya secado, entonces se puede empezar a pintar. Este punto es particularmente delicado porque la pintura a utilizar deberá ser la más adecuada. La clave para elegir la mejor pintura es pensar en los factores climáticos. También habrá que considerar si la puerta o la reja se encuentran en el interior o en el exterior del recinto. Una vez considerado esto, se podrá escoger la mejor pintura para la carpintería metálica.
Materiales necesarios para realizar un excelente mantenimiento
Hasta ahora se han mencionado a grandes rasgos los implementos necesarios para realizar esta labor. Sin embargo, para los más exigentes o para quienes requieran de un mantenimiento riguroso, existen materiales específicos. Entre ellos tenemos un cepillo de cocina, el mismo puede ser de cerdas suaves. Sí el óxido no cede, entonces podría implementarse uno de cerdas más duras.
También el contar con un cepillo muy pequeño, es realmente útil para lograr acceder a los espacios diminutos que se encuentran entre las rejas. Pero hay que estar seguros de que las cerdas no sean demasiado duras, porque seguramente dejarán arañazos en la superficie.
Otro material bastante necesario son los paños para limpiar. Es muy común que estos paños estén en los hogares, principalmente en las cocinas, porque ayudan a tener todo impecable. Resulta que estos paños de cocina también son excelentes para limpiar puertas y rejas de metal. Lo importante es que los paños que se utilicen estén limpios y secos. De igual manera, es muy importante que sean absorbentes, así podrán secar fácilmente el hierro.
El siguiente material que se debe tomar en cuenta, son las esponjas. Ellas son realmente útiles para limpiar, sobre todo las que tienen un lado suave y otro más rugoso. Con ellas podremos dejar impecable casi cualquier objeto metálico. Para finalizar, una cubeta será el aliado perfecto en este proceso de limpieza.
Es importante utilizar el detergente adecuado
No todos los metales son iguales, tampoco todos los detergentes se usan de la misma manera. Algunos son demasiado ácidos y agresivos, por eso antes de elegir cual jabón usar, hay que valorar algunas de las opciones existentes. La primera de ellas es la pintura, porque sí la puerta o reja está pintada, se necesitará una solución jabonosa suave. Sin embargo, cuando la estructura aún no se ha pintado, lo más importante es usar un detergente no corrosivo.
Otra de las opciones a considerar es que el producto no deje manchas. Para esto, se debería elegir un limpiador específico para hierro, de este modo sabremos que el detergente no dañará la puerta ni la reja. La última opción a considerar será la que se refiere a la perdurabilidad. Por eso hay que elegir productos de limpieza específicamente diseñados para el hierro. Así, se podrán evitar la corrosión, el óxido y los arañazos que acortan la vida útil de los metales.
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